La ecología es un campo
interdisciplinario que incluye a la biología y las ciencias de la Tierra. Los
antiguos filósofos griegos, como Hipócrates y Aristóteles sentaron las bases de
la ecología en sus estudios sobre la historia natural. Los conceptos evolutivos
sobre la adaptación y la selección natural se convirtieron en piedras angulares
de la teoría ecológica moderna transformándola en una ciencia más rigurosa en
el siglo XIX. Está estrechamente relacionada con la biología evolutiva, la genética y la etología. La comprensión de cómo la
biodiversidad afecta la función ecológica es un área importante enfocada en los
estudios ecológicos. Los ecólogos tratan de explicar:
- Los
procesos de la vida, interacciones y adaptaciones
- El
movimiento de materiales y energía a través de las comunidades vivas
- El
desarrollo sucesional de los ecosistemas
- La abundancia y la distribución de los organismos y de la biodiversidad en el contexto del medio ambiente.
Hay muchas aplicaciones prácticas de
la ecología en biología de la conservación, manejo de los humedales, manejo de
recursos naturales (la agroecología, la agricultura, la silvicultura, la agroforestería, la pesca), la planificación de la ciudad (ecología urbana), la salud comunitaria,
la economía, la ciencia básica aplicada, y la interacción social humana
(ecología humana). Los organismos (incluidos los seres humanos) y los recursos
componen los ecosistemas que, a su vez, mantienen los mecanismos de
retroalimentación biofísicos son componentes del planeta que moderan los
procesos que actúan sobre la vida (bióticos) y no vivos (abióticos). Los
ecosistemas sostienen funciones que sustentan la vida y producen el capital
natural como la producción de biomasa (alimentos, combustibles, fibras y
medicamentos), los ciclos biogeoquímicos globales, filtración de agua, la
formación del suelo, control de la erosión, la protección contra inundaciones y
muchos otros elementos naturales de interés científico, histórico o económico.
La ecología es
la rama de la Biología que estudia las interacciones de los seres vivos con
su hábitat.
Esto incluye factores abióticos, esto es, condiciones ambientales tales como: climatológicas, edáficas,
etc.; pero también incluye factores bióticos, esto es, condiciones derivadas de las relaciones que
se establecen con otros seres vivos. Mientras que otras ramas se ocupan de
niveles de organización inferiores (desde la bioquímica
y la biología molecular pasando por la biología celular, la histología
y la fisiología
hasta la sistemática), la ecología se ocupa del nivel
superior a éstas, ocupándose de las poblaciones, las comunidades,
los ecosistemas
y la biosfera.
Por esta razón, y por ocuparse de las interacciones entre los individuos y su
ambiente, la ecología es una ciencia multidisciplinaria que utiliza
herramientas de otras ramas de la ciencia, especialmente geología,
meteorología,
geografía,
sociología,
física,
química
y matemáticas.
Los trabajos de
investigación en esta disciplina se diferencian con respecto de la mayoría de
los trabajos en las demás ramas de la Biología por su mayor uso de herramientas
matemáticas, como la estadística y los modelos matemáticos. Además, la comprensión de
los procesos ecológicos se basa fuertemente en los postulados evolutivos.
Por
otro lado la cadena trófica, también llamada red trófica, son una serie de
cadenas alimentarias íntimamente relacionadas por las que circulan energía y
materiales en un
ecosistema. Se entiende por cadena alimentaria cada una de las relaciones
alimenticias que se establecen de forma lineal entre organismos que pertenecen
a distintos niveles tróficos. La cadena trófica está dividida en dos grandes
categorías: la cadena o red de pastoreo, que se inicia con las plantas verdes,
algas o plancton que realiza la fotosíntesis, y la cadena o red de detritos que
comienza con los detritos orgánicos. Estas redes están formadas por cadenas
alimentarias independientes. En la red de pastoreo, los materiales pasan desde
las plantas a los consumidores de plantas (herbívoros) y de éstos a los
consumidores de carne (carnívoros). En la red de detritos, los materiales pasan
desde las plantas y sustancias animales a las bacterias y a los hongos
(descomponedores), y de éstos a los que se alimentan de detritos (detritívoros)
y de ellos a sus depredadores (carnívoros).
Por lo general,
entre las cadenas tróficas existen muchas interconexiones; por ejemplo, los
hongos que descomponen la materia en una red de detritos pueden dar origen a
setas que son consumidas por ardillas, ratones y ciervos en una red de
pastoreo. Los petirrojos son omnívoros, es decir, consumen plantas y animales,
y por esta razón están presentes en las redes de pastoreo y de detritos. Los
petirrojos se suelen alimentar de lombrices de tierra que son detritívoras y se
alimentan de hojas en estado de putrefacción.
Un principio
central de la ecología es que cada organismo vivo tiene una relación permanente
y continua con todos los demás elementos que componen su entorno. La suma total
de la interacción de los organismos vivos (la biocenosis)
y su medio no viviente (biotopo) en una zona que se denomina un ecosistema. Los estudios de los
ecosistemas por lo general se centran en la circulación de la energía y la
materia a través del sistema.
Casi todos los
ecosistemas funcionan con energía del sol capturada por los productores primarios a través de la fotosíntesis.
Esta energía fluye a través de la cadena alimentaria a los consumidores
primarios (herbívoros que comen y digieren las plantas), y los
consumidores secundarios y terciaria (ya sea omnívoros
o carnívoros).
La energía se pierde a los organismos vivos cuando se utiliza por los
organismos para hacer el trabajo, o se pierde como calor residual.
La materia es
incorporada a los organismos vivos por los productores primarios. Las plantas
fotosintetizadoras fijan el carbono a partir del dióxido de carbono y del
nitrógeno de la atmósfera o nitratos presentes en el suelo para producir
aminoácidos. Gran parte de los contenidos de carbono y nitrógeno en los
ecosistemas es creado por las instalaciones de ese tipo, y luego se consume por
los consumidores secundarios y terciarios y se incorporan en sí mismos. Los
nutrientes son generalmente devueltos a los ecosistemas a través de la
descomposición. Todo el movimiento de los productos químicos en un ecosistema
que se denomina un ciclo biogeoquímico, e incluye el ciclo del carbono
y del nitrógeno.
Los ecosistemas de cualquier tamaño se pueden
estudiar, por ejemplo, una roca y la vida de las plantas que crecen en ella
puede ser considerado un ecosistema. Esta roca puede estar dentro de un llano,
con muchas de estas rocas, hierbas pequeñas, y animales que pastorean - también
un ecosistema-. Este puede ser simple en la tundra, que
también es un ecosistema (aunque una vez que son de este tamaño, por lo general
se denomina ecozonas
o biomas).
De hecho, toda la superficie terrestre de la Tierra, toda la materia que lo
compone, el aire
que está directamente encima de éste, y todos los organismos vivos que viven
dentro de ella puede ser considerados como una solo, gran ecosistema.
Los ecosistemas
se pueden dividir en los ecosistemas terrestres (incluidos los ecosistemas de bosques, estepas, sabanas, etc),
los ecosistemas de agua dulce (lagos, estanques
y ríos),
y los ecosistemas marinos, en función del biotopo
dominante.
ESCOBAR KARLA
C.I.V-19.375.185
2do. AÑO DE CONTADURIA PUBLICA SECCIÓN "2"
FACILITADOR: ING. JAIME DEL NOGAL
UNERG - VALLE DE LA PASCUA - EDO. GUARICO
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