Que hacer cuando se rompe un bombillo ahorrador
Los llamados bombillos ahorradores también tienen su lado oscuro. Aunque en efecto aportan luz blanca, consumen menos energía y duran mucho más que los focos tradicionales, uno de sus componentes es el Mercurio, Hg, metal pesado identificado como una de las más severas fuentes de envenenamiento.
Mientras el elemento químico
permanece atrapado dentro del mecanismo no representa peligro alguno
para la salud, pero cuando éste se libera comienza el riesgo de
contaminación con todas sus consecuencias. Para evitar la exposición a los tóxicos vapores del ´azogue´ que este tipo de focos aloja en su interior, la Agencia de Medio Ambiente de la ONU ha publicado las recomendaciones a seguir cuando sea necesario desechar los restos de un bombillo ahorrador roto o quemado.
Para evitar intoxicación con Mercurio:
1-Abre las ventanas de la habitación y evacúala por 15 minutos.
2-Usa guantes protectores y cúbrete la boca.
3-Utiliza una caja de cartón y no una bolsa de plástico para colocar los restos del bombillo roto.
4-Recoge los fragmentos grandes con guantes y colócalos dentro de la caja.
5-Junta las astillas y pedazos más pequeños ayudándote con un papel o pedazo de cartón, y colócalos dentro de la caja.
6-Limpia la zona con un paño húmedo que también deberás desechar en la caja.
7-Sella la caja utilizando cinta adhesiva y escribe por fuera la palabra ´MERCURIO´.
8-Quizás por ahora sea mucho pedir en países como el nuestro con limitada cultura de Reciclaje y Tratamiento de Residuos, pero lo ideal sería desechar la caja en un área dispuesta para desperdicios potencialmente peligrosos.
Efectos tóxicos del Hg:
El Mercurio es un metal pesado altamente venenoso cuya
acumulación en el organismo puede producir daño renal, pulmonar y
cerebral, alteración del sistema nervioso, reacciones alérgicas en la
piel, irritación de los ojos, sordera, pérdida de la memoria, vómitos y
diarreas, efectos negativos en el sistema reproductivo, dificultad en el
proceso de aprendizaje en los niños y hasta depresión.
Indiscutiblemente hay muchas fuentes de Mercurio en el ambiente. Los bombillos ahorradores no son la única,
pues también podemos encontrarlo en el agua, el aire y algunos
alimentos. Por eso es importante destacar que aun cuando un único
contacto con un bombillo ahorrador roto no reviste peligro determinante
para una persona, siempre existe el riesgo de acumulación de Mercurio en
el organismo, donde a la postre sí puede producir efectos tóxicos de
relevancia.
De ahí la importancia de saber que un bombillo ahorrador que se rompe en casa no debe ser tratado como basura normal y corriente.
Sus vapores tóxicos penetran por los poros. También ingresan al aire y
de allí al resto del medio ambiente. La contribución que cada persona
pueda hacer en este sentido es muy valiosa, tomando en cuenta que el uso
de los llamados bombillos ahorradores está bastante generalizado en
algunos lugares del mundo, aunque por lo pronto solamente se fabrican en
países como China, donde la normativa legal no tiene precisamente
estándares ambientales ampliamente reconocidos.
Efren Antonio Morin
C.I 22.615.597
2do año de economia seccion 1
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