El fuego ha sido un factor ambiental
presente desde siempre en numerosos pastizales de nuestro planeta; por lo que
ha modelado la estructura de la vegetación, favoreciendo y manteniendo su
diversidad y estabilidad. Los estudios sobre el fuego indican que su papel
ecológico depende de su extensión, frecuencia, intensidad y severidad, así como
de la estación del año en la que se produce. La ciencia de la ecología de los pastizales considera que el fuego, como disturbio natural, no
causa daños al ecosistema.
Antiguamente, la humanidad utilizó el
fuego para generar espacios abiertos para sus cacerías o desplazamientos, e
incluso para alimentar el ganado. Y actualmente, en la ganadería de pastizales,
con o sin conocimientos del comportamiento y los efectos del fuego, la gente
aplica esta herramienta de manejo con regularidad. La falta de conocimientos
acerca del fuego hace que en algunos casos haya impactos negativos, por su uso
excesivo (quemas recurrentes) o también por la prevención total de las quemas
que determina situaciones de incendios incontrolables, cuando irremediablemente
estas suceden.
Los
pastizales tienen un enorme potencial sin explotar para mitigar el cambio
climático al absorber y almacenar CO2. Los pastos y las tierras de pastoreo
representan un sumidero de carbono que podría superar al que ofrecen los
bosques, si se utiliza adecuadamente. Los 3.400 millones de
hectáreas de pastizales que cubren cerca del 30 por ciento de la superficie
terrestre libre de hielo y suponen el 70 por ciento de las tierras agrícolas, pueden
desempeñar un papel clave a favor de la adaptación y para reducir la
vulnerabilidad al cambio climático de más de mil millones de personas que
dependen de la ganadería para vivir.
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL ROMULO GALLEGOS
3er AÑO DE ECONOMIA SECCION "I"
ARZOLA, PATRICIA. C.I:25.864.383
SEIJAS, MAYRA. C.I:24.387.340
VARGAS, DEISY. C.I:24.240.262
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