viernes, 30 de octubre de 2015

CUIDADO DE LAS PLAYAS:
Mucha gente se pregunta: ¿qué puedo hacer yo por la ecología? ¿Puedo ayudar a salvar a un delfín? Las respuestas a estas preguntas no están ligadas a las grandes acciones sino a las pequeñas, que suelen ser las más importantes
Las playas, zonas de diversión que podrían estar en riesgo.
Las playas costeras son áreas que están a disposición de todas las personas, sobre todo, en las temporadas de vacaciones.  Miles de turistas acuden a ellas a disfrutar de momentos de esparcimiento bien sea para darse un chapuzón en el mar o simplemente para disfrutar del sol.  Todas las actividades acuáticas ofrecen diversión y bienestar a quienes las practican, bien sean habitantes o foráneos del lugar.  Las playas, bañadas siempre por el agua salada, son uno de los atractivos más importantes para quienes viajan de vacaciones, es por eso que son susceptibles a múltiples daños: uno el causado por el hombre como las construcciones cerca al mar que causan erosiones de la tierra y hacen que la arena pierda estabilidad; vaciar aguas residuales al mar o lodo, basuras y otro tipo de materiales que acaban con las reservas marinas que se encuentran en el océano, pesticidas… son también causas de daños en las playas (principales causas provocadas por el hombre)   No obstante, el cambio en el medio ambiente y las fuertes tormentas, también pueden desencadenar problemas costeros, de igual manera, el cambio climático se debe a las malas acciones que el hombre ha tenido con su entorno. Si tienes la posibilidad de participar o iniciar campañas locales de limpieza de las playas en el lugar que resides o el que constantemente visitas, podrías contribuir con el cuidado de las playas.



Las playas merecen nuestro respeto y cuidado
Las playas de San Andrés se caracterizan por su fina arena blanca bañada por el Mar de los Siete Colores; las piscinas naturales son uno de los principales atractivos y los deportes acuáticos están siempre a la orden del día. Son unas playas limpias donde la contaminación ha sido ajena gracias al cuidado y responsabilidad de los visitantes.  Hostería Mar y Sol es partidaria de estas acciones y recuerda a todos los viajeros la importancia de cuidar la naturaleza y de evitar el daño del ecosistema al ingresar a las playas (recomendaciones)   Somos amigos del ecoturismo y lo promovemos, ya que de él depende que se conserve todo nuestro entorno natural(Ecoturismo)  y que se preserven igual de hermosas nuestras playas.

Cuando llega el verano los humanos nos sentimos atraídos por el mar. Las multitudes se congregan en las playas en busca de un contacto con las olas marinas que nos produzcan placer y descanso. Pero el paso humano deja su huella fatal en las playas de arena. Millones de bolsas de nylon y plásticos de todo tipo son abandonados en la costa y el viento o las mareas se encargan de arrastrarlos al mar.
Una bolsa de nylon puede navegar varias decenas de años sin degradarse. Las tortugas marinas las confunden con medusas y las comen ahogándose en el intento por tragarlas. Miles de delfines caen también en la confusión y mueren ahogados por la envoltura de un emparedado. Ellos no pueden reconocer los desperdicios humanos, simplemente se confunden, después de todo, "lo que flota en el mar se come".
La tapa plástica de una botella, más dura que una bolsa, puede permanecer inalterable navegando por los mares por más de un siglo. El Dr. James Ludwing que se encontraba estudiando al albatros en la Isla de Midway, en el Pacífico, muy lejos de los centros poblados, hizo un hallazgo espantoso. Cuando comenzó a recoger el contenido del buche de sólo ocho pichones de albatros muertos encontró: 42 tapas plásticas de botellas, 18 encendedores descartables, una motocicleta plástica de juguete y dos puñados de restos flotantes que en su mayoría eran pequeños pedacitos de plástico. Estos pichones habían sido alimentados por sus padres que no pudieron reconocer los desperdicios al momento de elegir su alimento.
El próximo verano, cuando visites tu playa preferida, tal vez encuentres en la arena basura que otra persona arrojó. No es tu basura, pero es tu playa y debes hacer algo por ella. Muchos padres juegan con sus hijos el juego de "A ver... ¿quién consigue juntar la mayor cantidad de plásticos?" en medio de una inolvidable lección de ecología. Otros, en silencio, toman un plástico abandonado y lo llevan con ellos a sus casas, lejos del mar. Los verás pasar sonrientes, saben que han salvado a un delfín.


Las playas merecen todo el cuidado por parte del hombre 


MAYLUDYS RENGIFO. C.I. 24.240.192


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